Buscar este blog

domingo, 8 de diciembre de 2013

MAXILADRILLO NAVIDEÑO DE CHOCOLATE

Sí, señor. Con un par. Ya dije que en entrando diciembre me metía a fabricar borricadas navideñas, y  yo no amenazo en balde. Pues sí, para eso me puedo ir al Mercadona y traerme carro y mitad de tabletas... pero yo soy así. Quiero hacerlo "yo".  Con mis manitas. Y estas recetas que trae el especial de cocina de navidad del Lecturas son irresistibles. Me he inspirado en una para sacar este exquisito tocho, mezclando toda clase de frutos secos, muesli y naranja confitada. Es muy fácil de hacer y queda muy vistoso. Y vas a tener turrón para toda la Navidad, a no ser que generosamente lo repartas por ahí, para contribuir a las lorzas navideñas del personal en varios kilómetros a la redonda. El único problema a la hora de elaborar esto, que se hace casi solo, es que se presta mucho al arrebañe, porque te salen bastantes restillos pegados a la cuchara. ¡Qué desgracia! Prácticamente te obliga a comértelo.  Sólo para probar.... pero que conste que yo no quería....
Ingredientes:
- 700 gramos de chocolate de cobertura, o chocolate negro, o chocolate de lo que te dé la gana. Puede ser incluso sin azúcar, para contribuir a la tranquilidad de tu alma.
- 250 gramos de frutos secos variados, un poco troceados. Yo he mezclado avellanas, anacardos, pistachos y nueces.
- 2 medias naranjas confitadas, picadas finitas.
- Un puñado de muesli.
- Un chorro de licor de chocolate y café (o Nocilla Hannibal Lecter: la receta está en otra entrada) O Tía María, o Bayleys, o licor de naranja, etc.... o nada de esto. He dicho un chorro. Que luego interpretaciones hay muchas.
Tostamos los frutos secos y el muesli en una sartén sin engrasar, dando bastantes vueltas para que no se nos queme. Están listos cuando empieza a oler bien. Y estropeados cuando empiezan a oler mal. Es sencillo.
Fundimos el chocolate en un cazo con un par de cucharadas de agua, a fuego flojo, y apartando y removiendo con frecuencia fuera del fuego. Se puede hacer con la Thermomix, pero ésta es una de las pocas cosas que prefiero hacer en el cazo, controlo mejor. El secreto está en poco fuego y mucho remover, hasta que nos quede consistencia de crema y esté totalmente fundido. Si se quema, no tiene apaño: hay que tirarlo todo. Mezclamos el chocolate con lo demás y vertemos la mezcla en una fiambrera alargada, que habremos forrado con un papel film mojado. Mojado, porque aunque parezca una tontería, así se queda pegadito en su sitio y no nos sale volando por ahí. De nada.
Se deja enfriar hasta que está completamente duro, y ya podemos partirlo y ponerlo en la consabida bandejita en Nochebuena. También tiene su utilidad como arma arrojadiza.  Esto me recuerda un cuento de Roald Dahl en que la mujer se carga al marido, cuando éste le dice que va a abandonarla, con una pierna congelada de cordero. Después la guisa y se la sirve a los policías que investigan la muerte, haciendo así desaparecer el arma homicida. No deja de ser una idea. Pero dejemos atrás tan poco piadosos pensamientos. Paz y amor. Yo recomiendo, básicamente, comerlo. Después tienes todo enero y todo febrero para ponerte a dieta... (Risas malévolas) Y todo marzo, todo abril... Ya sabemos que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones.

La criatura pesó 1.120 gramos al nacer, habiendo a  la hora presente disminuido de tamaño. No obstante, tanto ella como la madre se encuentran en perfecto estado de salud.

3 comentarios:

  1. Hola Rocio.Hasta ayer no me entete de la existencia de tu blog.En seguida me he puesto a leerlo y te digo que ,aunque yo soy totalmente de salado me declaro ya fan tuya.
    Mucha suerte!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Anónimo.....! Quién sabe, ya saldrá algo salado por aquí también...

      Eliminar
  2. Soy Marisa Aurioles
    No se porque no ha salido mi nombre.Pero dicho queda

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.