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sábado, 2 de noviembre de 2013

SCONES DE AVENA

Entre las muchas cosas que me gustan del pueblo inglés, están su cruel sentido del humor, su amor por las cosas viejas y vividas, su infinita extravagancia y su capacidad para reírse de sí mismos. También las meriendas con cositas. Por cositas me refiero a esas mil puñetitas que tradicionalmente se han servido con el té. Sólo un inglés podía haber inventado el sandwich de pepino. A mí me gustan. También me encantan los scones, para tomar calientes con mantequilla y mermelada. O con clotted cream, aunque eso aquí no existe: es una especie de nata elevada al cubo con un contenido de materia grasa que hace chirriar a tus arterias, (más del 60%) absolutamente exquisito y criminal. A falta de clotted cream, y aunque no sea lo mismo en absoluto, un poco de mascarpone mezclado con azúcar glas les sienta de escándalo.
La receta de estos scones la he sacado del libro "1026 recetas de cocina internacional", de la editorial Blume, que es completísimo y muy agradable de hojear. Ya os hablaré otro día de los libros de cocina. Son mi vicio, una verdadera adicción, y una ruina absoluta.
Hay que tener en cuenta un par de cosillas:
- que se amasa lo mínimo imprescindible para mezclar los ingredientes, porque si no, los scones salen duros,
- y que hay que cortar limpiamente los scones con el cortapastas, de arriba abajo, sin hacer ningún movimiento de rotación, porque entonces no suben bien.


Vamos a necesitar:
So nice... don¨t you think so?
-80 gramos de copos de avena
-525 gramos de harina de repostería
-70 gramos de azúcar moreno.
-4 cucharaditas de levadura en polvo
-Una cucharadita y media de sal
-1/2 cucharadita de bicarbonato.
-125 gramos de mantequilla o margarina (puede ser light)
- 175 gramos de nueces picadas.
- 1/2 cucharadita de jarabe de arce (opcional)
- 350 ml. de suero, leche agria o yogur.

Precalentamos el horno a 230º. Reservar 2 cucharadas de los copos de avena. Mezclar en un cuenco grande la harina, el azúcar, el resto de los copos, la levadura, la sal y el bicarbonato. Nos lavamos las manos y vamos pellizcando la mantequilla sobre esta mezcla y mezclando, de modo que logremos una textura como de migas gruesas. Añadimos las nueces. Incorporar el jarabe de arce, si lo usamos, al suero, leche agria o yogur que utilicemos, y lo mezclaremos con la preparación de harina, hasta obtener una pasta y mezclando lo justo para que todo quede bien incorporado. Volcamos esta masa en la encimera enharinada y alisamos con el rodillo a un grosor de 2 centímetros. La receta pone 1, pero así queda demasiado fino. Cortamos los scones con un cortapastas de 7 u 8 cm. de diámetro, del modo que se indica arriba. Traspasar los scones a una bandeja de horno forrada de papel, a una distancia de 2 a 3 cm., y empleando dos bandejas si es necesario. Pincelamos los scones con el suero o leche reservados y esparcimos por encima los copos restantes. Se ponen al horno y se cuecen de 12 a 15 minutos, hasta que los veamos dorados. Enfriar sobre una rejilla. 
Quedan con una textura crujiente, a medio camino entre un bollo y una pasta, y es mejor consumirlos pronto o congelar lo que nos sobre.

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