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domingo, 19 de enero de 2014

PLUM-CAKE PERJUDICADO

Era viernes por la tarde, estaba cansada y eso es potencialmente peligroso. Yo no soy una persona que se cansa tranquilamente, que se tira en el sofá y no incordia al vecino. A mí el cansancio vital me da, paradójicamente, ganas de cocinar, y con un kilo de azúcar en la mano tengo más peligro que Chuck Norris con una kalashnikov. No sé por qué, pienso en un rico plum-cake de los de siempre, con su aroma a coñac, a azúcar moreno, a canela... Y paso a materializarlo, para lo cual me pongo en primer lugar a macerar toda la fruta en coñac.  Pero se me va la mano y, más que macerar, se pueden hacer unos largos en ella. Y cuando voy a echar mano de la fruta para mezclarla con la masa de bizcocho, me encuentro con que la muy borrachuza se pimplado todo el coñac. Pero enterito. Se la ve inflada y la mar de satisfecha. Pues tú lo has querido, al plum-cake de cabeza, y que sea lo que Dios quiera. Claro que ya sabemos que el alcohol se evapora a 70º de cocción, y supuestamente sólo deja el aroma.... Eso está muy bien, pero tú emborracha, que algo queda. Ya os lo contaré después, cuando me lo coma.
Aparte de esto, a lo mejor alguien se pregunta que cómo quepo por las puertas, con las recetas que hago. (Ah, ¿pero quepo?).... Tiene su explicación: yo pruebo lo que cocino, pero el resto luego lo reparto, o lo congelo para dosificarlo. Porque parece que yo absorbo los aromas por la `piel. como por ósmosis, y el resto  me lo como a través de los demás, por persona interpuesta, ya que disfruto viendo disfrutar a la gente comiendo lo que preparo. Los que cocinéis me entenderéis muy bien. Después de muchos años de preguntarme por El Sentido De Mi Vida, he llegado a la conclusión de que lo que mejor hago es cocinar, y que las cosas importantes se las dejo a otros. Ya estoy filosofando, y eso que todavía no he probado el plum-cake.
En la cocina está empezando a oler a destilería. ¡Madre de mi corazón!. ¿Qué he hecho?
Mientras se cuece, facilito la receta:
- 200 gramos entre fruta confitada picada, ciruelas secas sin hueso y pasas.
- 1 manzana troceada
- 100 gramos de frutos secos picados
- Suficiente coñac para macerar el invento. También lo podéis hacer con té negro, si sois gente prudente, o simplemente abstemia. El aroma, claro, no es lo mismo.
- 180 gramos de azúcar moreno.
- 1 c.c de canela en polvo.
- 250 gramos de harina
- 1 sobre de levadura
- 3 huevos
- 125 gramos de mantequilla o 150 ml. de aceite de oliva.
- Azúcar glas para espolvorear.
Maceramos la fruta y los frutos secos unas horas. Precalentamos el horno a 170º. Batimos los huevos con el azúcar hasta que la mezcla suba, a mano, o en la Thermomix, 5 minutos, vel 3, 40º. Añadimos la mantequilla o aceite y seguimos batiendo. Por último incorporamos la harina a través de un cedazo para que coja aire, y la levadura. Mezclamos y añadimos la fruta, colada. Lo ponemos al horno, a mí me tardó una hora, pero yo que vosotros iría pinchando a los 45 minutos. No os preocupéis si veis que tarda, porque si las frutas sueltan líquido, esto retrasa la cocción. Pero salir, sale. Cuando pinchemos y veamos que la aguja atraviesa limpiamente, ya está cocido. Lo sacamos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla, lo espolvoreamos con azúcar glas y no lo cortamos hasta que esté frío.
Pues yo diría que no ha salido tan mal...



Y está exquisito, jugoso y esponjoso. Y no, no me he emborrachado. Lo mío es frikismo natural, no se debe al alcohol...

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