BIZCOCHO TIPO DUKAN DE CHOCOLATE Y NUECES.

De cuando hice la Dukan, hace tres años, no queda casi nada más que el recuerdo -pues los kilos perdidos, que me añoraban demasiado, volvieron a mí sin dilación-, ropa que no puedo volver a ponerme ni envasándome con ella al vacío, y la receta del famoso bizcocho, que da vueltas por Internet y que, en versión salada, llaman con todo descaro "pan". Vamos, hombre... Sólo diré que realicé y probé dicho engendro, y que tenía una textura y un sabor muy parecido a esas virutas de porexpán con que te embalan los objetos frágiles. Sin embargo, la versión dulce resulta bastante más convincente. Está hecho exclusivamente con salvado de avena y trigo y sin nada de harina. Cuando le conté a mi marido las excelencias del salvado, que tiene mucha fibra, sacia el apetito, y tiene otras muy escatológicas virtudes que no mencionaré, se limitó a decirme:

- Pues en mi pueblo a eso lo llaman afrecho. Y se lo dan de comer a las gallinas.

Cuánta falta nos hace, a veces, un poco de prosa pura y dura que nos devuelva a la realidad.... En fin, debo decir que si os pongo la receta de algo en apariencia tan poco apetitoso es porque sí sale bueno. Que yo no me dejo vender la moto del invento si no me convence. Sobre todo sale bueno si lo tuneas un poco y le das algo de gracia. Si no la tienes, hazme caso:  cómprate una caja de barritas de farmacia y olvídate del asunto. El chocolate y las nueces no son muy de dieta, pero mejoran mucho, muchísimo, la receta básica, y sigue siendo un bizcocho relativamente bajo en calorías y sobre todo en grasa. Siempre que las cantidades sean razonables.

La receta básica del bizcocho Dukan es ésta:
- 8 cucharadas grandes de salvado de avena
- 4 de salvado de trigo.
- Un sobre de levadura.
- Tres huevos, con la clara separada de la yema
- Cuatro cucharadas de queso batido 0% materia grasa. Con ese nombre lo venden en los supermercados, ahora, que la razón de que lo llamen queso, la desconozco a día de hoy.
- Una cucharada de sacarina líquida y algo de canela, si os resulta tristísimo al natural.

El "pan"se hace igual, con sal y  sin la sacarina, por si algún valiente se lo quiere hacer. Yo "no" lo recomiendo, habiendo buen pan integral en el mundo. Sinceramente.

Las claras se baten a punto de nieve y se reservan. Luego el tema se limita a precalentar el horno a 180º, a mezclar con una cuchara el resto de los ingredientes, y añadir luego las claras, con cuidado de que no se baje. Se pone en un molde preparado tipo plum-cake y al horno una media hora, hasta que al pinchar con una brocheta salga seco.

Sale con un curioso aspecto de alimento cocido en una explosión radiactiva, algo rugoso por fuera, pero bastante jugoso y esponjoso por dentro.

Ahora, mi variante es ésta:
- En vez del queso 0%,  (que ni es queso, ni ná) dos yogures fondant de chocolate de Vitalínea de Danone. Y además de todo lo anterior:
- Una cucharada, sin miserias, de cacao Valor 0% en polvo.
- 50 gramos de chocolate negro, muy negro, hecho trocitos con el cuchillo. Puede ser sin azúcar.
- Un buen puñado de nueces troceadas.
El modus operandi es el mismo, añadiendo simplemente estas cosas, que ya le quitan al bizcocho esa cosa tristona "de dieta".

Lo mejor que tiene es que sacia muchísimo y mantiene bastante, incluso a alguien como yo, que a media mañana soy capaz de arrancar de un mordisco, y comerme, la marquesina de la parada de un autobús, como Godzilla en una película de serie B.

La única precaución es que, al ser un bizcocho más bien húmedo, hay que tenerlo en la nevera a partir del segundo día, porque, si no, fermenta. Yo me hice uno para llevármelo a un viaje, era agosto..... y ni os cuento el tercer día....iggghhhhs. Fue tan agradable como morder un sapo vivo.

Mi hermana, que hace la versión básica y espartana, porque es muy disciplinada, me dice:

- Eso estará muy bueno, pero ni es de dieta, ni "ná".
Y siempre puedes contestar:
- Bueno... Pero está hecho con sacarina, y tiene fibra...
Y te quedas más ancha que larga. Buenos argumentos... y buen desayuno.

Soy blandito y tierno, aunque no lo creas... La belleza está en el interior.