Tan es así, que todavía ahora tengo pesadillas. Del estilo de la siguiente:
Me encuentro en sala, a punto de empezar una vista. Pero no una de esas vistillas de chichinabo donde el juez y el fiscal, antes de que comience la grabación, están con cara de aburrimiento comentando que vaya putada le han hecho a España con los Mundiales al seleccionarle los adversarios. No, estoy en un pedazo de vista por asesinato con la sala llena de gente. Tipo película en blanco y negro, como en "El proceso Paradine". Gran película de Hitchcock. Tengo delante a la señora Paradine, la que se cargó al marido, y al parecer la tengo que defender yo, porque a Gregory Peck no se le ve por ninguna parte. Se ha ido a por tabaco y se ha esfumado, con peluca incluida. Maldito y asqueroso cobarde. Tengo a Charles Laughton de juez, con cara de perro, y he de comenzar mi defensa en este momento. Me levanto más chula que un ocho, dispuesta a pronunciar un alegato glorioso en los anales de la práctica forense. Se va a enterar Charles Laughton de lo que vale un peine. Pero antes de que pueda abrir la boca, una mujer del público se pone en pie, los ojos llameantes, y me señala con un dedo de ángel vengador:
- ¡Farsante! ¡Esa mujer no puede vestir la toga, porque nunca, NUNCA, consiguió aprobar Procesal de quinto! Sobornó al conserje de la facultad para que falsificase las actas. ¡Ese hombre era mi padre y, abrumado por el deshonor que había arrastrado durante toda su vida, me lo confesó todo en su lecho de muerte! ¡Tengo las pruebas a buen recaudo, para tu vergüenza! ¡¡¡VIL IMPOSTORA!!!
Todas las caras del público se vuelven hacia mí. Siento cómo brotan lentamente gotas de sudor frío de la raíz de mis cabellos. Derrumbo mi cabeza entre las manos: todo ha terminado. Me han descubierto. Estoy perdida. Entonces Charles Laughton le dice al público:
-Ya le podéis cascar, que os doy permiso.
Y el público me tira tomates pochos, coliflores podridas y ejemplares atrasados del anuario Aranzadi. Oportunamente se abre una trampilla en el suelo, y la tierra me traga hacia las profundidades, con silla y toga incluida. Caigo, caigo.... y me incorporo en la cama, con el corazón desbocado. He vuelto a tener ese sueño..... Ese maldito sueño.
Es broma. Pero no del todo.
La receta de esta sabrosa introducción al verano queda así:
- 200 gramos de queso semicurado. O curado, si sois más valientes.
- 200 gramos de queso batido 0% materia grasa, para aligerar algo el tema.
- 250 gramos de yogur griego
- 1 tarrina de queso Philadelphia
- 50 gramos de azúcar invertido ¿Qué es eso? En seguida lo aclararemos...
- 100 de azúcar normal.
Azúcar invertido:
- 150 gramos de agua
- 350 gramos de azúcar o fructosa
- 1 sobre blanco y otro morado, del gasificante del Mercadona. Está colocado en el mismo sitio que las harinas y las levaduras. De nada.
Poner en el vaso de la Thermomix el agua, 3 minutos, temp. 50º, vel.5. Agregar el azúcar o fructosa. Poner 6 minutos a 80º, vel. 4. Añadir el sobre blanco 10 seg, vel. 4. Esperar 5 minutos a que la temperatura baje a 60º, añadir el sobre morado y mezclar 1 minuto, vel. 4.
Todos los ingredientes del helado deben estar fríos de al menos 4 horas de la nevera, por eso el azúcar invertido debemos hacerlo con antelación.
Sin Thermomix, podemos mezclar los ingredientes en un cazo a baja temperatura y removiendo todo, menos el sobre morado, dejamos templar unos cinco minutos, añadimos el sobre morado y removemos.
Lo guardamos en la nevera. Dura seis meses y sirve para que el helado salga más cremoso, utilizándose normalmente en proporción de una tercera parte del azúcar normal en la receta.
-Los helados.
-Los paseos con la fresquita.
-Los espetitos y el tinto de verano
......... Y lo que se os ocurra.
Es broma. Pero no del todo.
La receta de esta sabrosa introducción al verano queda así:
- 200 gramos de queso semicurado. O curado, si sois más valientes.
- 200 gramos de queso batido 0% materia grasa, para aligerar algo el tema.
- 250 gramos de yogur griego
- 1 tarrina de queso Philadelphia
- 50 gramos de azúcar invertido ¿Qué es eso? En seguida lo aclararemos...
- 100 de azúcar normal.
Azúcar invertido:
- 150 gramos de agua
- 350 gramos de azúcar o fructosa
- 1 sobre blanco y otro morado, del gasificante del Mercadona. Está colocado en el mismo sitio que las harinas y las levaduras. De nada.
Poner en el vaso de la Thermomix el agua, 3 minutos, temp. 50º, vel.5. Agregar el azúcar o fructosa. Poner 6 minutos a 80º, vel. 4. Añadir el sobre blanco 10 seg, vel. 4. Esperar 5 minutos a que la temperatura baje a 60º, añadir el sobre morado y mezclar 1 minuto, vel. 4.
Todos los ingredientes del helado deben estar fríos de al menos 4 horas de la nevera, por eso el azúcar invertido debemos hacerlo con antelación.
Sin Thermomix, podemos mezclar los ingredientes en un cazo a baja temperatura y removiendo todo, menos el sobre morado, dejamos templar unos cinco minutos, añadimos el sobre morado y removemos.
Lo guardamos en la nevera. Dura seis meses y sirve para que el helado salga más cremoso, utilizándose normalmente en proporción de una tercera parte del azúcar normal en la receta.
Para hacer el helado propiamente dicho, rallamos primero el queso, en rallador o poniendo unos segundos a velocidad 5 en la Thermomix, y añadiendo y batiendo después todos los demás ingredientes. Lo llevamos a la heladera si la tenemos y programamos media hora. Y luego al congelador, o a servir directamente.
Sin heladera se puede también hacer el helado sin problemas, pero hay que meter la mezcla al congelador 45 minutos, y luego sacar y remover. Repetiremos la operación unas cuantas veces, más o menos a intervalos de 45 minutos o una hora, hasta que tenga la consistencia deseada. Así saldrá cremoso.
Y a relajarnos y disfrutar de las cosas buenas del verano, aunque no tengamos aún las vacaciones:-Los helados.
-Los paseos con la fresquita.
-Los espetitos y el tinto de verano
......... Y lo que se os ocurra.
Feliz verano y pocas pesadillas... |
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