TARTA DE QUESO KÄSEKUCHEN

Ay, Inma... ¿Para qué me provocas? Si yo no necesito que me animen.  Si sabes que soy una terrorista de las calorías vacías. Me has mandado esta pecaminosa receta de tarta de queso alemana, (del blog Recetas de rechupete) y yo la tengo que probar, porque presenta un aspecto fantástico. Tenemos una típica tarde de febrero, de cara de perro, yo estoy aquí con mi estufa de leña encendida y esto es lo que falta para alegrar  el tiempo gris.  De fondo, las noticias. Que va a bajar el recibo de la luz (ja, ja, ja), que la señora esta que ha declarado en estos días no tenía ni idea, pobrecita mía, porque es más tonta que un botijo, de lo que hacía el perla de su marido (ji, ji, ji)....Que... dejémoslo, que la risa de hiena me da ardor de estómago, y muy mal humor.

Lo increíble es que, lo que es la tarta, la hago en un pispás. Lo que no tengo narices es de sacarle una foto decente.  Estoy muy lejos de ser una Diane Aerbus, pero todas las fotos me están saliendo con una luz amarilla rarísima, y parece una pizza del TelePizza, con unos colorines horrendos. Y con lo bonita que me ha quedado. Ay, qué rabia... ahora me tengo que esperar a mañana, a ver si con la luz del día consigo algo. Y, mientras, nadie se la puede comer...  Tampoco os puedo decir todavía si está buena, aunque me atrevería a decir, por cómo huele, que está de escándalo. Inma, esta es el ensayo general. Nos comeremos otra juntas.

Parece que, con la luz de la mañana, algo hemos logrado. Algo. Y, claro, ahora también la tengo que probar. Haré el sacrificio por vosotros. Sólo por eso. Pues resulta que tiene otra textura distinta a la de otras tartas de queso, las claras montadas a punto de nieve le dan una esponjosidad  y cremosidad especial. Maravillosa. Ahora tendré que dar un paseo de cuarenta kilómetros, con una mochila de piedras a la espalda, para quemarla. Es broma. Pese a su aspecto, no es de lo más calórico que he hecho. Se puede hacer, incluso, con requesón light. Y con edulcorante.

La receta:
Para la base:
- 1 huevo entero
- 125 gramos de mantequilla. Se le puede poner light.
- 1 cucharada sopera de azúcar.
- 200 gramos de harina.
Para el relleno:
- 1 vaso de leche entera.
- 1 sobre de Flanín  o similar
- Ralladura o zumo de un limón.
- 500 gramos de requesón.
- Fresas y frambuesas, o mermelada, para decorar. Esta adición es mía, queda bonito y el sabor le va muy bien.
Para hacer la base, derretimos la mantequilla y la mezclamos en un bol con la cucharada de azúcar y el huevo. Incorporamos poco a poco la harina. Hacemos una bola y luego la extendemos con el rodillo, cubriendo el fondo y los laterales de un molde desmontable. Yo lo he puesto en uno de 26 cm. de diámetro, y como se me ha pegado todo con el rodillo, opto por el método chapuzas, y sin embargo efectivo, de ir pegando pegotitos de masa hasta que queda todo igualmente extendido  y cubierto. Y nadie sospechará que eres un manazas de mucho cuidado.
Reservamos y precalentamos el horno a 160º. Separamos las claras de los huevos de las yemas y las montamos a punto de nieve, a mano o en la Thermomix, con la mariposa, a velocidad 3,5... (¡Sí!, tengo Thermomix nueva, y soy feliz como una perdiz. Había una oferta para financiarla al 0% y, qué queréis que os diga.... a por ella de cabeza) Reservamos las claras montadas, y en otro bol, batimos las yemas, el sobre de Flanín disuelto en la leche, la ralladura de limón, el azúcar y el requesón. Con cuidado, vamos agregando a esta mezcla las claras montadas, para que no se nos baje, y vertemos la mezcla en el molde forrado con la base. La receta dice una hora y media. Pero por una vez, mi horno ha sido rápido y me la ha hecho en una hora, así que, a partir de la hora, vamos pinchando, y apagamos el horno cuando la aguja salga limpia.
Adornamos con las fresas y demás al gusto, y dejar enfriar.
Apagad las noticias mientras la coméis, a ser posible, en compañía de alguien con quien estéis a gusto. Será mucho más cardiosaludable...